El té rojo, también conocido como Pu Erh es producido exclusivamente en la provincia china de Yunnan. Su nombre viene del color de la infusión, aunque realmente se clasifica dentro de los tés negros.  Al igual que los mejores vinos, es un té que mejora con la edad tras su primera fermentación, después de ésta, se somete a una fermentación más lenta en la que adquiere todo su sabor y característico color oscuro. El pico de calidad y de precio está generalmente en torno a los 10 años, aunque están a la venta algunos mucho más antiguos, caros y exclusivos.

La acción de los microorganismos que fermentan el Pu Erh confiere a este té una serie de compuestos que estimulan el metabolismo hepático con sus consecuentes beneficios para la salud, científicamente demostrados por numerosos estudios:

• Disminuye el colesterol LDL (el malo) y aumenta el HDL (el bueno).

• Disminuye los triglicéridos.

• Pérdida de peso: al estimular el metabolismo hepático se quema más grasa.

• Menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Un famoso médico de la medicina tradicional china llamado Zhao Xuemin, que por cierto, murió con 102 años y tomaba té rojo a diario, lo describió en el siglo XVIII de esta forma:

“Al igual que cualquier otro, este té es un efectivo enemigo de la grasa superflua y nociva”

“Al consumirlo de manera regular, fortalece el Yin y el Yang, promoviendo una vida sana y larga.”

Sin tener todos los medios que tenemos hoy en día, este médico no estaba nada equivocado. A día de hoy, numerosos estudios han demostrado la efectividad del té rojo en la pérdida de peso.

Un estudio realizado el hospital Saint Antoine de París, demostró que el 88% de los pacientes que participaron adelgazó debido al consumo de té rojo durante una temporada, incluso manteniendo su dieta normal. La pérdida de peso fue de entre 3 y 10 kg.

Al igual que los demás tés pero en mayor proporción, el té Pu Ehr contiene teaflavinas. Estas moléculas impiden la absorción de grasa en el intestino, lo que nos hace digerir fácilmente las comidas. Al igual que disminuye el colesterol LDL.

Para disfrutar de estos beneficios lo más importante es la calidad del té

Más del 80% de los ingredientes activos están en las mejores hojas, es decir los tres primeros brotes. Más allá de tres hojas, la calidad del té se convierte en “aceptable”, dejando de ser “buena”. Para aumentar el beneficio económico, las grandes empresas cosechan más allá, obteniendo un té de menor calidad en cuanto a micronutrientes y sabor.

Por tanto, para lograr efectos terapéuticos efectivos, es necesario beber té de calidad, como el que se vende en la mayoría de tiendas especializadas y olvidar el té en bolsitas.

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