Semana Santa es una época en la que los buñuelos, los roscos y otros postres fritos tienen el máximo protagonismo. Pero os propongo una alternativa más ligera para la masa con la que se elaboran los buñuelos de viento: la pasta choux. Cuando esta pasta se hornea da como resultado un bocado llamado profiterol o petit choux. Como queda mucho aire en su interior es ideal para ser rellenado de cremas, chocolate, mermelada o incluso de ingredientes salados. Y para acompañar a estos, una suave y dulce crema pastelera de té matcha.

Ingredientes para una docena y media de profiteroles:

• 115 g de harina
• 125 ml leche rebajada con 60 g de agua
• 60 g de mantequilla
• 3 huevos
• una pizca de sal

Preparación de los profiteroles:

Para comenzar la receta habrá que tener a mano todos los ingredientes ya medidos, porque la elaboración de la pasta choux es bastante rápida. El primer paso será tamizar la harina para airearla y que no forme demasiados grumos y tenerla a mano en un cuenco.

En un cazo, se pondrá a calentar la leche, la mantequilla y un pellizco de sal. En el caso de necesitar hacer la receta apta para intolerantes a la lactosa, como en mi caso, se cambiará la leche por una bebida vegetal y la mantequilla por margarina. Cuando rompa el hervor, añadir la harina de golpe y mover con una cuchara de madera sobre el fuego hasta obtener una masa lisa que se separe del fondo y las paredes del recipiente. Retirar el cazo del fuego y volcar la masa unos minutos sobre la encimera o sobre un recipiente vacío para que se enfríe ligeramente.

Poner la masa en un cuenco, o de nuevo en el cazo pero ya sin calor, y añadir los huevos uno a uno, removiendo enérgicamente con la cuchara y no incorporando el siguiente hasta que esté integrado el anterior. Debe quedar una masa espesa pero fluida. Si la masa queda muy espesa porque los huevos son pequeños se puede añadir un pelín de agua para aligerar.

Calentar el horno a 210-220 ºC. Forrar una bandeja plana con papel sulfurizado. Verter la masa en una manga pastelera o en una bolsa de plástico de congelación. Cortar un pico e ir depositando en la bandeja porciones de masa del tamaño de una pelota de ping-pong, separadas entre sí, ya que los profiteroles al cocer aumentan de tamaño.

Hornear sin abrir el horno entre 20 y 30 minutos, dependerá de cada electrodoméstico pero siempre hasta que estén dorados, hayan doblado de tamaño y la superficie esté dura. Tras sacar del horno, dejar enfriar sobre una rejilla.

Ingredientes para la crema pastelera de té matcha:

• 2 huevos
• 300 ml de leche
• 65 g de azúcar
• 25 g de harina fina de maíz (Maizena)
• una ramita de canela
• corteza de limón
• 2 cucharaditas de té matcha

Preparación:

Calentar la leche con la canela y la corteza de limón, sin que llegue a hervir. Como en el caso de los profiteroles, la leche puede sustituirse sin problema por una bebida vegetal pero en este caso recomiendo usarla de arroz, ya que otras leches vegetales aportarán demasiado sabor a la receta.

Aparte, poner en un bol la harina de maíz tamizada, el azúcar, los huevos y el té matcha y con unas varillas, batir y mezclarlo todo.

Retirar los aromatizantes de la leche e incorporar la mezcla del bol poco a poco, en forma de hilo, y batiendo con unas varillas mientras para evitar que se formen grumos. Sin dejar de remover, llevar a ebullición a fuego lento la masa hasta que espese. Retirar del fuego y dejar enfriar a temperatura ambiente, preferiblemente cubierta con film transparente pegado a la masa para que no se forme una película más dura.

Presentación:

Una vez fríos los profiteroles y la crema pastelera de matcha, se procederá al relleno. Con unas tijeras, realizar un corte lateral en los profiteroles, poner la crema en una manga y rellenarlos al gusto.

Esta receta es una colaboración de etringita, autora del blog comestible Fotomerienda.