Ahora que el otoño acorta las tardes es cada vez más apetecible tener un bizcocho rico en casa con el que acompañar una taza de té calentito a media tarde. La versatilidad de estas masas esponjosas hace que podamos prepararlos de infinidad de sabores y acompañarlos con tantos ingredientes como nuestra imaginación alcance. ¿Habéis probado a hacer un bizcocho con té? Le aporta mucha jugosidad y todos los matices del té o la infusión que estemos empleando. Aparte de éste con Earl Gray, en nuestro blog podéis encontrar algunas recetas de bizcochos que lo llevan como bizcocho de Té Blanco de Cereza, magdalenas tropicales con Mango’s Fruit, muffins de cacao y Té Pakistaní o bizcocho de Trufa.

En esta ocasión el elegido ha sido el Earl Gray superior, que es un té negro Darjeeling de alta calidad con aroma de bergamota. Este té de sabor intenso puede tomarse sólo con agua o acompañarlo con leche.

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Ingredientes para un molde alargado:

• 2 huevos
• 60 g de aceite de girasol
• 4 cucharaditas de té Earl Gray
• 125 g de leche de almendra
• 100 g de azúcar moreno
• 150 g de harina
• una pizca de sal fina
• 1 cucharada de levadura química
• 1 manzana Granny Smith
• 60 g de dátiles

Preparación:

Comenzaremos la preparación de la receta infusionando el té Earl Gray en la leche de almendra caliente. Por supuesto podéis hacerlo con leche normal pero os ofrezco esta alternativa no láctea. Tras cuatro minutos de infusión, retirar las hojas de té y dejar atemperar.

Como veis, mis tes los preparo en una tetera cerámica pequeña. Es muy cómoda para usarla de manera individual puesto que, casi llena, da para una taza de desayuno.

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En un bol, batir ligeramente los huevos, el aceite de girasol y nuestro té, removiendo suavemente con unas varillas, sin que sea necesario que la mezcla crezca de volumen. Poner el azúcar moreno y remover de nuevo hasta que se hayan disuelto los granos.

Posteriormente, tamizar la harina, la sal y la levadura y con una paleta, mezclar para que quede todo integrado.

A continuación llega el momento de la fruta. Podéis experimentar con lo que tengáis en casa pero he elegido estos por el punto acaramelado del dátil y la acidez de la manzana, que combinan muy bien dentro de la masa. Para prepararlos sólo hay que retirar el hueso a los dátiles y picarlos en trocitos pequeños y pelar y trocear la manzana al mismo grosor. También podemos rallar esta última para que el aspecto sea más uniforme. Una vez troceados, añadir a la masa y remover.

Y hemos llegado al momento del reposo. Hay que cubrir con film transparente o tapar el bol en el que hemos hecho nuestra masa de bizcocho y meterlo en el frigorífico al menos una hora. Ya veréis cómo cambia ligeramente la textura.

Horneado:

Una vez pasado el tiempo de reposo, precalentar el horno a 200 ºC y forrar un molde alargado tip plum-cake con papel de hornear. El horneado se va a realizar en dos fases de horneado para que el bizcocho se haga adecuadamente por dentro pero no se queme. Para ello, en la primera fase hay que verter la masa en el molde y hornear durante 20-25 minutos a 200ºC hasta que haya subido esté comenzando a dorarse en la superficie.

Como aún no estará hecho por dentro necesitará una segunda fase de horneado en la que sacaremos con cuidado el molde del horno, lo cubriremos con papel de aluminio y lo volveremos a introducir en el horno, esta vez a 180ºC. Hornear 15-20 minutos más hasta comprobar que si se pincha con un palillo, este sale limpio. Los tiempos son orientativos puesto que dependerá de cada horno. Yo he necesitado 20 minutos para la primera fase y otros 20 para la segunda y tengo un horno pequeño con convector.

Tras sacarlo del horno, dejar enfriar sobre una rejilla metálica un par de minutos aún con el molde y hasta que se enfríe del todo ya sin él. El resultado es un bizcocho muy jugoso lleno de sabor que aguanta perfectamente varios días. Por supuesto es ideal para tomar acompañado de una taza de té Earl Gray.

Esta receta es una colaboración de etringita, autora del blog comestible Fotomerienda.